Las
Flechas Amarillas son en el gran guía del Camino
de Santiago. Aunque el peregrino no haya adquirido ningún
libro con mapas del Camino (existen varios), y aunque las
veredas sean complejas, cruzando todo el tipo de suelos,
no hay como perderse. Es sólo seguir las Flechas
Amarillas que están presentes en todo el Camino de
Santiago.
Aun
en los lugares mas insólitos: árboles, pequeñas
piedras en el suelo, muros, porteras, etc, el peregrino
encontrará siempre la flecha amiga, indicando la
dirección a seguir.
En
algunos refugios (albergues) del camino, el peregrino recibe
unas cintas plásticas amarillas para que, en ciertos
puntos del camino, cuya indicación de las flechas
amarillas están deficientes, estas se aten a los
árboles, arbustos, donde sea, para que sirva de señalización
para los próximos peregrinos a pasar. Cuando el Camino
de Santiago cruza ciudades grandes, como Pamplona, Burgos
o León, es cuando el peregrino tiene más dificuldades
para seguir las flechas amarillas, porque es más
difícil encontrarlas.
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